Nacido en pueblos de pánico
y locura se entierran las angustias
de un día de reencuentros en
botellas de vino Dios en el
cielo negro se esconde,
perdimos los heroicos momentos
que marginan nuestro ser...
Como una flor marchita te recuestas
en esta tierra, mientra la angustia perdura
y con el sol de medio día caemos en locura.
Niña melancolica de final de historias,
de novelas de infancia, despierta entre
mis brazos.
veo tu cintura, tu mirada de asombro
entramos a una danza, siento el calor
de tu regazo mientras nuestros cuerpos
se funden y con las miradas nos hacemos
pedazos...
Pero que es el asombro del reencuentro,
si hay asombro ciñendo nuestro interior,
que cae por los cabellos de los años
¡No son canas, son antiguas experiencias
que nos marcan!.
Estás como la roca volcánica en erupción
ardiente de deseo de la eternidad que resucita
de entre los muertos, los perdidos, pero el
sentimiento existe desde siempre niña mía...
El reencuentro nos incita a perder la razón
y caer en la tentación, sucumbir entre las palabras
y cantinas.
Dionsíacamente nos perdemos
en alabanzas paganas, dos botellas
de vino tinto han de saciar nuestras ganas.
Somos carne, somos sangre, somos hanmbre
de experiencia, somos el reencuentro sentado
en el sepulcro del pasado, somos la vivencia;
ahora sólo somos el recuerdo del amor
la adolesciencia...
La vida es Spice World
Hace 3 años
2 comentarios:
Hola mi querido amigo, entre melancolia y tristeza se debate tu bello poema, de los últimos que te he leído este es el más bello....dulce pasado inocente y de colores....
te quiero amigo mortal
Hola mi niño, un abracito y un mimo, te quiero niño...
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