jueves, 16 de agosto de 2012

Adicciones

A veces cuando el viento sopla a media noche
y el alma cae en la penumbra, la luz de Luna
el rostro alumbra,
haciendo buscar pensamientos  etílicos
que me vuelve a enamorar,
Pero que habrá en los bolsillos unos pequeños
papelillos que hacen olvidar, unas copas
que se ahogan pero se pierden en las sensaciones
que calma el humo y el alcohol...

Tu sexo, tu sudor, tus lágrimas
generan mis adiciones que yo clamo
en el inmenso manto de la noche,
porque el cuerpo pide a gritos
lo que no es amor, adicto seré
a los placeres de la noche,
Sí has conocido mi perversión
en las noches que consumen,
el deseo de recorrer tu cuerpo
con mis manos se ha vuelto mi adicción,

rasgando con mis dientes las pantis de tus piernas...
Y mis manos, mi corbata se atan a mi brazo
despertando las neuronas, para verme claudicar
Inyectando a mis arterias;

Un poco más para mi soledad
Un poco más para las heridas
En este vacío reside la piedad
En el éter, presencia esparcida

Le entregaré más de mí a las sombras
Aunque ya me he vuelto una de ellas
En esta oscuridad que ya no asombra
En espíritu que nunca presenta la querella


Voy tomando conciencia del desperdicio
Y mientras de mí, a la derrota, escurro
Me voy salvando del voraz precipicio
Espero al adiós de la renovada esencia
Para cubrirme en sombras nuevamente
Es mi vicio el de más carente elocuencia
De mi adicción al dolor yo soy consciente.
Ahora el sol se enciende dando paso al amanecer
Si todo esto es una hsitóría que
forma parte de mi ayer...