Condena

Me conduce, lejos de la mirada de Dios,
jadeante y destrozado de fatiga, al centro
 del hastío,
lanzas a mis ojos, llenos de confusión,
sucias vestiduras, heridas abiertas,
¡y el aderezo sangriento de la destrucción!
traen a mi mente, pensamientos de amaneceres
brumosos y oscuros con aires  tibios dentro
de esa habitación...
Oh si, habitación de burdel en aquella que soñamos
y tocamos nuestra piel, mas nuestras almas son  libres,
he de entregar mi carne mi cuerpo, con sudor y ternura
mas no el corazón...
Como un rebaño pensativo  recostado en las praderas
contemplando el horizonte al amanecer, esperamos ser
devorados, por los lobos que bajan de los montes,
a la habitación entregando nuestra carne y nuestra piel,
cobijados en la sabanas de aquel hotel
sin amor. ¡ Pero habrá un sentimiento!
abrumador,deletreando en nuestras bocas que se deleitan con los
suaves besos, y el tímido sentimiento de la infancia
que se enseña a los mártires;
Oh, viejo remordimiento de infancia traes confusión
enlazan nuestras manos y las piernas, estas
horas serán eternas, si corre sangre en nuestras venas
que nos llevará a la condena...
te entregas con furor, aullando sin amor;
atrás  queda el llanto de la virgen
que espera el paraíso...