viernes, 2 de abril de 2010

Reencuentros

Nacido en pueblos de pánico
y locura se entierran las angustias
de un día de reencuentros en 
botellas de vino Dios en el 
cielo negro se esconde, 
perdimos los heroicos momentos 
que marginan nuestro ser...

Como una flor marchita te recuestas 
en esta tierra, mientra la angustia perdura
y con el sol de medio día  caemos en locura.

Niña melancolica de final de historias,
de novelas de infancia, despierta entre
mis brazos.
veo  tu cintura, tu mirada de asombro 
entramos a una danza, siento el calor
de tu regazo mientras nuestros cuerpos
se funden y con las miradas nos hacemos
pedazos...


Pero que es el asombro del reencuentro,
si hay asombro ciñendo nuestro interior,
que cae por los cabellos  de los años
¡No son canas, son antiguas experiencias 
que nos marcan!.
Estás como la roca volcánica en erupción
ardiente de deseo de la eternidad que resucita

de entre los muertos, los perdidos, pero el 
sentimiento existe desde siempre niña mía...


El reencuentro nos incita a perder la razón
y caer en la tentación, sucumbir entre las palabras
y cantinas.
Dionsíacamente nos perdemos 
en alabanzas paganas, dos botellas 
de vino tinto han de saciar nuestras ganas.
Somos carne, somos sangre, somos hanmbre
de experiencia, somos el reencuentro sentado 
en el sepulcro del pasado, somos la vivencia;
ahora sólo somos el recuerdo del amor
la adolesciencia...



2 comentarios:

RR dijo...

Hola mi querido amigo, entre melancolia y tristeza se debate tu bello poema, de los últimos que te he leído este es el más bello....dulce pasado inocente y de colores....

te quiero amigo mortal

RR dijo...

Hola mi niño, un abracito y un mimo, te quiero niño...